En los primeros días de diciembre se ha aprobado la Ley 31/2014 en la que se realizan ciertas modificaciones en la Ley de Sociedades de Capital para la mejora del gobierno corporativo. La finalidad de esta norma es la de modernizar el gobierno de las sociedades de capital con el fin de mejorar su gestión introduciendo normas que amplían el protagonismo de la Junta de Accionistas y controles a las remuneraciones de los directivos.
En relación con las competencias de la junta general de accionistas, la norma es tendente a garantizar que los accionistas puedan emitir de manera diferenciada su voto sobre el nombramiento, reelección o separación de administradores y sobre las modificaciones estatutarias. Además, se fija la prohibición de voto en los casos en los que existe un grave conflicto de intereses entre el socio o socios en cuestión y el asunto a tratar.
Respecto a la administración de la sociedad, también se incluyen algunos aspectos en la reforma relativos a los deberes y el régimen de responsabilidad de los administradores a través del cual se amplía el alcance de su responsabilidad, el cual irá más allá del resarcimiento del daño causado e incluirá la devolución del enriquecimiento injusto.