Cierre de empresas en Zaragoza

A pesar de que la falta de liquidez por ingresos, o la falta de adecuación por producción, son de los motivos más frecuentes en cuanto al cierre de empresas, no hay que olvidar la actual situación por el Estado de Alarma y la paralización empresarial forzosa.

Cierre de empresas en Zaragoza

En estos momentos, la crisis sanitaria se ha disparado hasta haber alcanzado de pleno a la economía.

El despacho de abogados que le presentamos, está especializado en cierre de empresas en Zaragoza.

Hoy más que nunca hay que actuar con diligencia y sin demoras para afrontar situaciones muy difíciles para empresarios, socios y trabajadores. La clausura definitiva de compañías se produce cuando no han dado resultado los trabajos de reflotación o ni siquiera se han aplicado.

Para que el cierre de su empresa en Zaragoza, sea lo menos costoso posible, los abogados concursales y expertos en lo Mercantil, le asesorarán en todas las facetas.

Entre las acciones más importantes que hay que tomar encontramos:

  • Liquidación de stock. Se trata de uno de los medios para minimizar gastos. Cuando se trata de empresas de productos (moda, complementos, productos tecnológicos…), deben emplearse a fondo para vender en poco tiempo (antes del cierre) los productos que, de otro modo, se quedarían acumulados y sin vender, suponiendo una carga más. Se recomienda vender todo stock, incluso aunque que aplicar precios de venta muy baratos.
  • Planificación de asunción de la deuda. Es otra de las tareas para las que podemos ayudarles desde nuestro despacho especializado en cierre de empresas en Zaragoza. Es necesario detallar todos los ingresos, así como distribuirlos en partidas, de modo que quede bien claro qué deuda va a cubrir cada cantidad. Por otra parte, es importante priorizar en los pagos de las deudas. Lo cierto es que hay algunos más importantes que otros; habrá que pagar primero aquellas deudas que generen mayor interés por retraso. Hay que tener presente que las facturas de mayor envergadura, pueden doblarse en cantidad por los intereses de demora.

Otro hecho relevante a tener en cuenta, es que el balance final no habrá de ser negativo.

Los administradores o responsables de la empresa, deberán reunir la cantidad necesaria para hacer frente a esta deuda imprescindible de satisfacer. De lo contrario, la empresa podría incurrir en ilegalidad y recibir demandas e importantes sanciones.

Hay que hacer una distinción entre las sociedades respecto a dónde deberán acudir para realizar las tramitaciones.

En el caso de las sociedades mercantiles, habrán de presentarse en el Registro Público o de Comercio. Por su parte, las sociedades civiles habrán de acudir al Registro Público de la Propiedad.

Asimismo es necesario ejecutar la declaración censal que acredite el cese empresarial, documentación cuyo destinatario será en Censo de Empresarios de la Agencia Tributaria. También es imprescindible que la disolución de la empresa sea acreditada por un notario.

Cerrar una empresa no tiene por qué dar como resultado pérdidas económicas. Si se optimiza el proceso de disolución en todas sus fases, los administradores o propietarios de la compañía podrán incluso rentabilizar una situación de por sí negativa.

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